Detrás de los fogones de algunos de los mejores restaurantes del mundo se encuentran muchas mujeres. Mujeres luchadoras, emprendedoras y con mucho talento. Hoy hablamos de Priscila Gamonal —Professionel du Vin en la Chaîne des Rôtisseurs España— y de Mesón El Drago.
Formada en la hostelería, un día le dijo a su padre que le hacía falta saber más de vinos. Y se trasladó a Madrid a estudiar Sumillería en la Cámara de Comercio de Madrid. Priscila ama su trabajo. Por encima de todas las cosas, a excepción de su familia. Y al oírla hablar, con ese acento canario que endulza el tono de los que lo poseen, cualquiera diría que es tímida, como ella misma se define.
Su padre no es otro que Carlos Gamonal Jiménez, que consiguió con Mesón el Drago una Estrella Michelin, la primera en un restaurante en las Islas Canarias. Hoy Mesón el Drago lo dirige su hijo Carlos —Maître Rôtisseurs en la Chaîne des Rôtisseurs España—, junto con Priscila. El refrán “de tal palo tal astilla” se cumple a rajatabla en esta familia.
Entrevista a Priscila Gamonal, de Mesón El Drago
Recientemente ha participado en una iniciativa solidaria, la campaña Echémosle pecho al cáncer de mama, que ya va por su IV Edición. Organizado por 3.0 Experience, las chefs Ágata Da Costa (Hotel Suite Villa María), Isamar Dorta (Hotel Suite Villa María), Carmen Pérez (GastroLercaro) y Priscila Gamonal (Mesón El Drago) confeccionaron una propuesta cargada de matices donde primaron los sabores y la calidad. Todo ello en perfecta armonía con un maridaje diferenciador y divertido que armonizaba cada plato con cervezas, vinos y destilados que jugaron con la sutileza del menú y el alma de los productos.
Sabemos que las iniciativas solidarias saben mejor, al formar parte de un proyecto que ayuda a la sociedad. Pero ¿crees que hacen falta más iniciativas de este tipo en la gastronomía española?
Toda ayuda es poca. Nuestro gremio es uno de los más solidarios, pues siempre está en activo en diferentes causas. Son muchos los hombre y mujeres que luchan a diario por promover o ayudar a diferentes causas. Siempre ponemos nuestro granito de arena.
No faltan iniciativas, lo que falta es tiempo para poder ayudar más.
Tu padre era cocinero, ¿estudiaste hostelería por tradición familiar o por vocación?
Ambas. Soy la benjamina de la casa, he crecido viendo el ejemplo de mis tres hermanos. Ellos estudiaron grandes carreras y, al final, se dedicaron a la cocina. Yo no quería dar tantos rodeos. Tenía claro el objetivo y me lancé a formarme en este sector. Siempre he dicho que la hostelería la amas o la odias, en este aspecto, me considero una enamorada de la gastronomía en todas sus facetas.
¿Cuáles son los errores más frecuentes de un/a cocinero/a?
De los errores se aprende. Mi abuela Asunción nos enseñó a amar y a respetar esta profesión. Ella decía que para poder evolucionar y crear nuevos platos hay que aprender las recetas bases, saber ejecutarlas a la perfección. Honestamente el error más frecuente de algunos cocineros es querer hacer una cocina moderna y/o molecular sin saber ejecutar guisos básicos.
¿Qué no puede fallar en un buen restaurante? ¿Qué no falta en Mesón El Drago?
Un empresario que ame y defienda su gastronomía, que se rodee de un equipo humano que ame y sienta respeto por su profesión. El objetivo o proyecto es claro: satisfacer al cliente. Tan solo de esta manera puedes crear un tándem perfecto.
Bajo tu punto de vista, y como madre, ¿no crees que sería importante que en los colegios, y de pequeños, se enseñara a comer a los niños?
En casa es donde hay que enseñar a los niños a comer.
Sería estupendo que se invirtiera más recursos en los comedores escolares. Como padres queremos dar lo mejor a nuestros hijos, no me cabe la menor duda. Aun así, la realidad se impone. No estamos dispuestos a pagar por ello.
Muchas veces me encuentro con padres a los que les parece caro el precio del menú diario o mensual del comedor, que no supera los 4€ por niño. Queremos un comedor de calidad, sin querer pagar por ello. Un comedor de calidad no se hace con producto mediocre de 4ª o 5ª gama.
Si pudiéramos ver por un agujerito las diferentes maletas de los niños, y ver qué comen en el recreo, se darían cuenta de que más de 80% de los niños llevan productos procesados. Muy pocos llevan producto fresco, como la fruta. Este detalle dice mucho. Hay campañas de concienciación muy potentes en algunos colegios, donde casi se ruega a los padres que les pongan a sus hijos fruta en sus tarteras.
Hago hincapié, nuevamente, en que es en casa es donde hay que enseñar a nuestros hijos a comer.
Para terminar, ¿cuál es tu plato favorito, en Mesón El Drago y fuera de él?
Mi plato favorito son las arvejas compuestas (guisantes) con un huevo duro. Con este plato ya me tienes ganada.
Imágenes cedidas por Mesón El Drago